Creado por el historiador de arquitectura japonesa Norihito Nakatani, el film "Una ciudad de columnas" explora la cultura y el diseño de la vivienda nagaya, una tipología tradicional que floreció en el período moderno temprano japonés. El vídeo se enfoca en el estudio de uno de los pocos barrios nagaya que aún quedan en pie en Osaka, evidenciando la relevancia de aspectos como la estandarización y documentando cómo, a través de la organización y articulación de los elementos arquitectónicos, es posible generar múltiples configuraciones espaciales.
Nagaya, o casa de vecindad, es un esquema de vivienda estandarizada cuya unidad de medida básica es la estera de tatami. El espacio entre los elementos estructurales genera una grilla que fija y dicta la norma dimensional para las habitaciones, pero también para todos los elementos arquitectónicos de cerramiento, denominados hashirama sōchi. La tipología nagaya es característica del Japón de los siglos XVI al XIX, una época de prosperidad donde el país se encontraba reunificado bajo el mandato del gobierno militar. Durante esta época, la creciente población de los centros urbanos exigió el desarrollo de un plan de viviendas racional y pragmático que pudiera satisfacer la creciente demanda habitacional.
El uso del tatami como norma en la organización de las plantas permitió la aplicación de una modularidad precisa en las unidades de vivienda. Para 1574, impulsada por el desarrollo de la cultura de alquiler, la ciudad de Osaka pondría en marcha un sistema de producción basado en el ensamblaje de elementos arquitectónicos -semejante a la prefabricación moderna- para producir viviendas dignas en masa. A la estandarización de las plantas, aunque más lentamente, le devino la normalización de los elementos arquitectónicos, como las puertas, los tabiques corredizos, los paneles de fachada, los divisores, etc. La modularidad y la capacidad de quitar y reemplazar estos componentes permitió una gran libertad en el uso del espacio. Más adelante, la estandarización aplicada a las unidades de vivienda se trasladaría también a la planificación urbana, con terrenos divididos por cuadrículas fijas –grillas que luego sentarían las bases para el desarrollo de los barrios en la temprana Osaka moderna-. El siglo XX trajo una dramática transformación a la estructura urbana y viviendas de Osaka. Pocos barrios Nagaya han logrado permanecen hasta hoy, ya que muchos fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial y otros fueron derribados para hacer espacio durante proyectos de reurbanización.
La película se centra en una de esas pocas estructuras que han logrado sobrevivir, la Toyosaki Nagaya, un conjunto residencial recreado por estudiantes de la Universidad de Osaka con la ayuda del estudio de arquitectura Tōri-sh. Construido inicialmente en las primeras décadas del siglo XX, los diversos edificios de nagaya en la parcela se habían deteriorado gravemente con el tiempo y la posterior ocupación. Manteniendo el espíritu de la tipología, la restauración del complejo de Toyosaki Nagaya permanece fiel a los sistemas métricos originales, pero incorpora nuevos materiales y aporta mejoras a ciertos aspectos de las condiciones de vida. La película evoca las posibilidades espaciales incorporadas en la estructura modular, mostrando cómo se reemplazan e intercambian los elementos arquitectónicos.
La película forma parte de un estudio más amplio titulado “Hashirama-Sochi; Equipment In Between”, un proyecto de investigación realizado por el profesor Norihito Nakatani, como parte de su seminario en la Universidad de Waseda. El estudio, que cuenta con el apoyo del Window Research Institute, utiliza la película como medio para documentar los hashirama sōchi (los elementos arquitectónicos de cerramiento que ocupan los espacios entre columnas), un concepto clave en la investigación de la arquitectura histórica japonesa.
Puede conocer más sobre el proyecto de investigación, las viviendas nagaya y la estandarización en la arquitectura japonesa a continuación.